Drenaje linfático Madrid

El drenaje linfático lo debe realizar un fisioterapeuta especializado en este tipo de tratamientos. Será este profesional el que decida la conveniencia o no de realizar esta técnica. Como es lógico, analizará tu caso concreto y los objetivos que deseas conseguir. Después, decidirá si es el drenaje linfático la técnica que mejor se adaptará a tus necesidades.

En algunos casos, el drenaje linfático vendrá directamente pautado por otro profesional médico como complemento a un tratamiento de salud. Será tu doctor el que decida si esta técnica puede mejorar no solo tu estado de salud, sino hacer que el tratamiento principal sea más eficaz.

Por supuesto, si después de conocer algunas de sus indicaciones crees que puedes necesitarlo, no dudes en acudir a un centro especializado para que puedan analizar tu caso y si es la mejor opción para ti.

El drenaje linfático es un masaje que se realiza por medio de movimientos suaves, pero que tienen la intensidad necesaria para estimular la linfa. Resulta muy agradable para el paciente y no ocasiona molestias.

El profesional que realice el masaje sabrá en qué puntos debe incidir y la presión que tendrá que ejercer para conseguir que los vasos linfáticos se desbloqueen y que se reduzca el edema que ha producido el mal funcionamiento del sistema linfático.

El drenaje linfático tiene estos importantes efectos:

• Analgésico: Ayuda a calmar el dolor y a reducir la inflamación ocasionada por la retención de líquidos.
• Inmunitario: Al moverse la linfa también se estimula el sistema inmunitario.
• Simpaticolítico: Frena el sistema nerviosos simpático para que el organismo esté más relajado a todos los niveles.
• Relajante: Gracias al efecto simpaticolítico, el sistema nervioso se activa y provoca que el paciente esté también más relajado.
• Drenante: Consigue drenar los líquidos y eliminar toxinas al mismo tiempo.

Cabe destacar que el principal beneficio del drenaje linfático es la mejora de la dolencia que se trata. A partir de ahí, podemos hablar de otras muchas ventajas, hemos recopilado las principales:

Reduce la inflamación: El drenaje linfático ayuda a reducir la inflamación, ya que minimiza la retención de líquidos por medio de los masajes.

Eliminación de toxinas: Al eliminar líquidos se eliminan también toxinas, lo que resulta muy beneficioso para el organismo a nivel general.

Circulación sanguínea: Uno de los efectos del drenaje linfático es que estimula la microcirculación, algo que a su vez consigue mejorar la circulación sanguínea. Entre otras cosas, logra reducir la pesadez en las piernas y evita que aparezcan arañas vasculares.

Oxigenación de los tejidos: Al mejorar la circulación y eliminar líquidos, el drenaje linfático también logra que los tejidos se oxigenen mejor.

Cicatriz: El drenaje linfático también ayuda reducir los edemas y mejora la circulación sanguínea de la zona. Lo comentado ayuda a que los tejidos se cicatricen mejor, por ejemplo, después de una operación quirúrgica.

Hematomas: Al reducir el edema y mejorar la circulación también se alivian los hematomas.

Lesiones: El drenaje linfático se puede emplear para tratar algunas lesiones, acelera la recuperación y contribuye a que el tratamiento principal sea más eficaz.

Adherencias: Este tratamiento permite que se regeneren de manera organizada las fibras, de esta forma, se evita que aparezcan adherencias en las cicatrices.

Defensas: El drenaje linfático también contribuye a mejorar las defensas del paciente.

Dolor: En algunos tratamientos, el drenaje linfático puede contribuir a reducir el dolor.

Sentirse mejor: Por supuesto, dentro de los principales beneficios del drenaje linfático no se puede pasar por alto el hecho de sentirse mejor. El tratamiento  mejorará el estado físico del paciente y en algunos casos su imagen, algo que contribuye a incrementar su bienestar.

Los beneficios del drenaje linfático se pueden apreciar desde la primera sesión. Por supuesto, a medida que se van realizando nuevos tratamientos, serán más visibles.

Cada persona reacciona de forma diferente a cualquier tratamiento médico, por eso, en algunos casos los efectos que se perciben serán más notables que en otros. Eso sí, no siempre los resultados son definitivos. Por ejemplo, una persona que tienda a sufrir problemas de retención de líquidos seguirá teniendo esta tendencia. Por eso, es muy probable que tenga que repetir esta técnica de manera periódica. Por supuesto, esto no quiere decir que no funcione.

Cuanto antes se actúe se conseguirán mejores resultados. Además, se pueden establecer sesiones de mantenimiento para cada paciente concreto. En muchos casos, el drenaje linfático debe ser complementado con algunos cambios en el estilo de vida. Este también será un aspecto importante a la hora de determinar el éxito de la técnica.

Queremos incidir en este asunto. Volvemos al ejemplo de la retención de líquidos. Es posible que se recomiende al paciente que introduzca ciertos cambios en su alimentación y realice ejercicio físico de manera habitual. Si la persona no sigue estos consejos, es probable que el tratamiento no sea todo lo efectivo que cabe esperar. Por eso, es tan importante seguir todas las pautas en lo que tiene que ver con los cambios en el estilo de vida.

Como verás más adelante, el drenaje linfático tiene infinidad de aplicaciones médicas y estéticas. Por eso, es difícil en términos generales hablar de cuántas sesiones de drenaje linfático se necesitan para conseguir los resultados que se esperan.

En primer lugar, lo que sí podemos establecer es la duración de cada sesión, que se sitúa entre los 50 y los 60 minutos. En segundo, la frecuencia semanal suelen ser unas 3 sesiones, aunque también se pueden realizar menos. La periodicidad del tratamiento de drenaje linfático la establecerá el profesional que te trate y en algunos casos tus propias circunstancias.

En cuanto a las sesiones necesarias, pueden ir desde solo 1 hasta 10 o incluso más. Insistimos en que dependerán de la dolencia a tratar y de cómo reaccione el paciente. Por ejemplo, para alguien que sufre una retención de líquidos de forma puntual pueden ser precisas tan solo de 1 a 3 sesiones. Cuando se realizan para tratar la celulitis, la cifra se sitúa entre las 3 y las 6 sesiones.

En principio, en la primera cita el fisioterapeuta que realice el drenaje linfático establecerá cuántas sesiones cree que serán necesarias. Por supuesto, hay que ser flexibles, ya que el cuerpo no siempre reacciona de la misma forma. En algunos casos la cifra será más alta y en otros más baja. Lo importante es ponerse en buenas manos y confiar en que el tratamiento se realizará de la mejor forma posible.

Una de las dudas que suelen tener nuestros pacientes antes de someterse a un drenaje linfático  es si este resulta doloroso. Por supuesto, cada persona es un mundo y no todas tienen el mismo umbral de dolor. Dicho esto, el drenaje linfático no debe provocar dolor en ningún caso.

Como es lógico, para que el masaje no resulte doloroso debe estar realizado por una persona que cuente con la formación y con la experiencia necesaria para realizar este trabajo. De lo contrario, sí que podría causar molestias o incluso dolor.

El masaje es suave, por lo que no debería causar ninguna molestia. Eso sí, si durante el tratamiento sientes dolor en cualquier grado, debes decírselo al profesional que está realizando el tratamiento. Tendrá que analizar por qué sucede.

No duele porque no se frota ni se restriega la piel. Los movimientos son lentos y se repiten una y otra vez hasta lograr el objetivo que se está buscando. Se empezará por una zona concreta y se irá ampliando el área tratada.

Es un masaje manual, en el que no se utiliza ningún aparato. Es frecuente que el profesional emplee algún tipo de aceite para lubricar sus manos y facilitar los movimientos. De hecho, esta opción hace que el masaje resulte aún más agradable

En términos generales, es posible volver a la rutina habitual una vez que ha concluido la sesión de drenaje linfático. Eso sí, hay unos consejos sencillos que debes tener en cuenta para sacar el máximo partido al tratamiento, son estos:

• Sol: Evita exponer la zona al sol y si no puedes hacerlo, utiliza siempre un protector solar alto, algo que por otro lado deberías hacer siempre.
• Hidratación: Es muy importante que durante los primeros días prestes una especial atención a la forma en la que te hidratas. Es clave para que el tratamiento sea más eficaz. Por eso, bebe al menos dos litros de agua diarios.
• Alcohol:. No es bueno consumir alcohol durante las primeras horas.
• Tabaco: Si siempre se desaconseja fumar, no resulta conveniente hacerlo en las horas posteriores al tratamiento.
• Alimentación: Evita todos los alimentos que provoquen retención de líquidos.

Por supuesto, además de todas estas recomendaciones, ten en cuenta cualquier otro consejo que te dé el profesional que ha realizado el masaje.

Sin duda, el drenaje linfático es uno de los mejores tratamientos a los que puedes optar. Si quieres saber si es el más adecuado para tu caso concreto, ponte en contacto con nuestro equipo. Estudiaremos lo que te sucede y encontraremos la solución que necesitas.

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